
La explotación sexual en España es una sombra persistente que oscurece nuestras sociedades y amenaza la dignidad de innumerables personas, especialmente mujeres y niñas, que son víctimas de esta terrible realidad. A pesar de los esfuerzos por parte de organizaciones, activistas y autoridades gubernamentales para combatir esta plaga, la explotación sexual persiste en forma de redes de trata operadas por mafias de otros países.